Al analizar nuestros gráficos climáticos, se hace visible una clara desviación de las temperaturas actuales (en comparación con la media climatológica a largo plazo de 30 años). Por ejemplo, mientras que Murcia tiene una media diaria máxima a largo plazo de 17°C en febrero, las temperaturas de los últimos días han subido hasta casi 30°C. Las precipitaciones también han sido escasas en las últimas semanas, como muestran las pocas barras de precipitación del archivo meteorológico.
Ni siquiera el enfriamiento nocturno parece producirse realmente debido a las altas temperaturas diurnas. Durante el día, las superficies se calientan considerablemente debido a la radiación solar, mientras que por la noche liberan parte de la energía almacenada de nuevo a la atmósfera en forma de calor. Barcelona, por ejemplo, tendría normalmente temperaturas mínimas nocturnas de 4°C según la media climatológica. Pero la ciudad está experimentando actualmente temperaturas nocturnas significativamente más altas, de hasta 13 °C, como muestran nuestros mapas de calor. Ambas capturas de pantalla visualizan las temperaturas de la ciudad el 6 de febrero de 2024. A la izquierda, se pueden ver las temperaturas de la superficie durante el mediodía, y a la derecha, las temperaturas de la superficie durante la noche (11 p.m. hora local). Se reconoce el efecto de isla de calor urbano (UHI), que es un fenómeno que describe el hecho de que las superficies pavimentadas urbanas se enfrían mucho menos que las zonas suburbanas (o espacios verdes urbanos).
Las zonas de altas presiones estables que acumulan masas de aire cálido son responsables de las altas temperaturas pasadas y actuales en España. Las zonas de altas presiones suelen traer consigo zonas sin nubes y temperaturas más altas. Las masas de aire que se hunden dentro de un sistema de altas presiones se comprimen adiabáticamente y proporcionan un calentamiento adicional. Por lo tanto, en la base de la zona de altas presiones se puede encontrar hundimiento y un nivel de presión más alto. Si esta zona de alta presión permanece relativamente inalterada y aislada, puede provocar un calor duradero o una ola de calor.
Además, no suele haber precipitaciones a gran escala durante una situación estable de altas presiones. Tampoco suele haber precipitaciones convectivas a pequeña escala, por ejemplo, en forma de tormentas, debido a la estratificación estable de la atmósfera. La corriente en chorro desempeña un papel esencial en la dinámica de las condiciones meteorológicas. En este caso, el comportamiento de la fuerte banda de corriente subtropical (corriente en chorro) determina la estabilidad y el aislamiento de las distintas zonas de altas presiones. Nuestro mapa meteorológico muestra la posición y la velocidad del viento de la corriente en chorro a 250hPa, es decir, a unos 10,5 km de altitud, donde se encuentra la tropopausa dinámica.
Durante el fin de semana (10 y 11 de febrero), la corriente en chorro cambiará su forma de una línea recta relativamente estable a una estructura serpenteante, lo que puede indicar un cambio en el tiempo. Con nuestra animación del viento, se puede ver una desestabilización creciente de la zona de altas presiones sobre la región mediterránea en los próximos días. El fin de semana, partes de Europa central y occidental estarán bajo la influencia de una zona de bajas presiones que se desplazará desde el Atlántico sobre Irlanda hacia la costa oeste de Francia.
La llegada de este sistema de bajas presiones marca también el fin temporal del calor y la sequía en España. Se espera un descenso de las temperaturas, así como un aumento de la nubosidad y de las precipitaciones. También se prevé un aumento de la velocidad del viento en la Costa Verde. Sin embargo, se mantiene seca aunque se esperan algunas precipitaciones el viernes y el sábado.
