Los ciclones tropicales del Atlántico y el Pacífico nororiental se conocen como huracanes. Estas tormentas se caracterizan por una circulación cerrada en torno a un pronunciado sistema de bajas presiones. Los huracanes pueden abarcar varios cientos de kilómetros y a menudo presentan un ojo sin nubes en su centro. Según la escala Saffir-Simpson, los huracanes se clasifican en cinco categorías en función de la velocidad del viento. El huracán Beryl, que llegó al este del Caribe el 2 de julio de 2024 y tocó tierra sobre la costa del Golfo de Texas el 8 de julio de 2024, se considera el primer huracán de categoría 5 de este año, estableciendo el récord del huracán de categoría 5 más precoz desde que existen registros.
¿Cómo se desarrolla un huracán?
Los huracanes son sistemas extremadamente complejos que requieren ciertas condiciones para desarrollarse. Los huracanes, tifones y ciclones tropicales se forman sobre aguas oceánicas cálidas, ya que necesitan un suministro continuo de calor y humedad. Las siguientes condiciones son esenciales para su desarrollo:
La capa oceánica superior (aproximadamente 50 metros) debe tener una temperatura de al menos 26,5°C (determinada mediante análisis estadístico) en el lugar de formación.
- La troposfera media debe estar lo más húmeda posible para que la mezcla del aire ambiente (arrastre) influya lo menos posible en el huracán. Si el aire es demasiado seco, puede reducir la flotabilidad y contribuir al debilitamiento del sistema.
- La fuerza de Coriolis, que es mayor cuanto mayor es la distancia al ecuador, es necesaria para la rotación de la tormenta. Por ello, la zona de desarrollo potencial suele estar al menos 5° al norte o al sur del ecuador.
- La cizalladura vertical del viento es mínima. Si los vientos soplan a diferentes alturas con distinta fuerza (cizalladura del viento) o en diferentes direcciones (cizalladura del viento giratorio), puede debilitar significativamente la tormenta.
- Las zonas de perturbación existentes en la atmósfera son favorables. Estas zonas de perturbación (por ejemplo, las ondas tropicales de levante) sirven a menudo de punto de partida para la formación de ciclones tropicales.
Si se cumplen todas estas condiciones, hay muchas posibilidades de que una perturbación tropical inicial se convierta en una depresión tropical. Si ésta se intensifica aún más, se desarrolla una tormenta tropical. Si la tormenta tropical alcanza vientos de más de 33 m/s (119 km/h), se clasifica como ciclón tropical (= huracán).
¿Cuándo termina un huracán?
El vídeo muestra nuestra animación del viento con una vista del ciclón tropical Biparjoy en el Océano Índico. Claramente reconocible: Inmediatamente después de tocar tierra, el ciclón se debilitó y volvió a convertirse en depresión. Lo mismo ocurre con los huracanes en el Atlántico. Cuando tocan tierra, su fuerza destructiva causa importantes daños. Sin embargo, varios factores hacen que el huracán se debilite. En primer lugar, la principal fuente de energía -el océano cálido- falta sobre tierra. En segundo lugar, los efectos de fricción dominantes debidos a la topografía perturban las corrientes verticales de aire, aumentando la cizalladura del viento, lo que repercute negativamente en el huracán. Además, las capas de aire seco sobre tierra pueden infiltrarse en la tormenta, reduciendo la humedad y contribuyendo a su debilitamiento. Un huracán también puede debilitarse sobre el océano si atraviesa zonas con temperaturas superficiales del mar más bajas.
¿Qué se espera para la temporada de huracanes de este año?
Basándose en datos históricos, los meteorólogos saben que desde el 1 de juliost hasta finales de noviembre se forma en el Atlántico un número especialmente elevado de tormentas tropicales. Este periodo se conoce como la "temporada de huracanes" debido a las óptimas condiciones atmosféricas, las altas temperaturas oceánicas y la fuerte radiación solar que favorecen el ascenso de masas de aire (convección).
Los expertos esperan un número de huracanes superior a la media este año. Una razón son las altas temperaturas en el Atlántico desde enero de 2024. Otra razón es la transición de El Niño a La Niña en el Pacífico. Las condiciones de La Niña afectan a los vientos alisios en el Atlántico, reduciendo la cizalladura del viento y favoreciendo el desarrollo de tormentas tropicales.
Qué ofrece meteoblue para detectar y seguir tormentas tropicales
Con la ayuda de nuestros mapas meteorológicos, podrá mantenerse informado en todo momento. Incluso antes de que se produzca un huracán, la depresión tropical puede verse en nuestros mapas de satélite o de vientos. Además, nuestro mapa de animación del viento, por ejemplo, ofrece una perspectiva de 7 días, lo que le permite prever el curso futuro de una tormenta. También tiene la opción de visualizar nuestros mapas meteorológicos utilizando un modelo meteorológico de su elección. Hay disponibles muchos modelos diferentes, por ejemplo de DWD (ICON), meteoblue (NEMS), ECMWF (IFS), NOAA (GFS, NAM), UK MetOffice (UKMO), etc. Además, le recomendamos consultar nuestro mapa global de alertas meteorológicas, el mapa actual de temperaturas de la superficie del agua y, por supuesto, nuestras previsiones (meteogramas, MultiModel etc.) para cualquier lugar del mundo.
¡Mantente a salvo!