Es el momento del año en que celebramos nuestro anual meteoblue dayporque ser un equipo fuerte es nuestra aspiración. Reunir a todos nos ayuda a forjar la base para encontrar mejores soluciones, marcar la diferencia y disfrutar de lo que hacemos.
Este año fuimos a Biel, en Suiza, donde el lago, el paisaje y las montañas se funden con la cultura, la historia y el entretenimiento.
Comprobamos los datos de la previsión con dos semanas de antelación y pronosticamos temperaturas en torno a los 35 grados. Cuanto más nos acercábamos al día del evento, más seguro era, y tuvimos que adaptarnos al calor (pero al menos la previsión era correcta).
Una vez que llegamos a Biel, empezamos con una excursión en bicicleta. También teníamos algunas bicicletas tándem y sorteamos quién iría en tándem con quién. Fue todo un reto: sincronizar a dos personas fue un gran ejercicio para crear equipo. Después de 16 km y el almuerzo, acortamos el viaje y volvimos en bicicleta por el mismo camino para que el calor no nos pasara más factura. De vuelta al hotel, era hora de refrescarse; por suerte, el lago estaba cerca.
Después de refrescarnos en el lago, echar la siesta, jugar a las cartas y charlar, todos estábamos listos para cenar. Encontramos un lugar fantástico con acceso directo al lago de Biel, donde disfrutamos de la comida y de algunas bebidas por la noche.
El segundo día lo dedicamos a la cultura: visitamos el "Museo del Tiempo". Durante nuestro meteoblue day en Falera hace dos años, aprendimos cómo se supone que funcionan los relojes de sol. La visita al museo continuó con la historia del tiempo. Nos permitió conocer la historia del cronometraje y su importancia para la industria suiza, y profundizar en el tipo de innovación que es posible con inteligencia, dedicación, buena organización y un entorno favorable.
